El ideal de belleza femenina

04.04.2014 14:36

 A lo largo del siglo XX, las formas de la mujer vuelven a cambiar considerablemente. Antes de 1914 eran rollizas y exuberantes, pero las mujeres van adelgazando con el transcurso de los años. A las mujeres de tipo andrógino de los años veinte y treinta, y a Victor Marguerite, a la hor ade comer para perder les suceden unos cuerpos menos secos, pero con unos rostros tan delgados como los de los años cuarenta. Después, las líneas se vuelven de nuevo más flexibles y se valoran las curvas, antes de que a finales de los sesenta y principios de los setenta empiece el reino de las personalidades más estereotipadas. 

Así se han desarrollado las cosas a lo largo de toda nuestra civilización. La mujer da la impresión de poseer una silueta geométrica variable en la que las caderas, el trasero y los pechos disminuyen o aumentan según las épocas e incluso las regiones.

 

A decir verdad,como dicen metodo como culturismo sin tonterias  antes de la globalización no importaba demasiado que las mujeres africanas no tuvieran el mismo tipo de belleza que las occidentales, las de Oriente Medio o las de los países asiáticos que tienen otras ideas sobre comer para perder www.supermusculo.com . El problema, porque a mi modo de ver existe realmente uno, es que en la actualidad son los medios de comunicación los que definen el ideal de belleza. Unos medios de comunicación que, obligados por los grupos de prensa internacionales y la world culture obligan, moldean dicho ideal y transmiten por todo el planeta unos mismos criterios de seducción y llevan a cabo las mismas elecciones a la hora de representar la belleza. Los particularismos regionales, nacionales o continentales de la belleza tienden a desdibujarse en aras de los retratos robot de un ideal femenino encarnado que se acomode al gusto de todos. Las mismas top models decoran las portadas de todas las revistas; las mismas actrices triunfan en Nueva York, París o Hong Kong; los mismos ídolos son perseguidos por los objetivos y protagonizan los videoclips. De ahí la creación de un world style, cuyas repercusiones sobre las multitudes no apreciamos en su justa medida, ya que mucha gente sueña con parecerse a esos ídolos. Y el hecho de que esas mujeres sean delgadas como un palillo, andróginas, anoréxicas o exhiban pechos de siicona implica una serie de reacciones en cadena e imprevistas nada que ver con lo que defendemos en culturismo sin tonterias ... y una uniformización de las mujeres. Con todos los inconvenientes e incluso los dramas que eso puede acarrear. Un nuevo mundo se esboza, en el que, para sentirse bien con la propia imagen, al igual que la reina de Blancanieves o mis amigos Virginie y Franck, algunos desean, por encima de todo, parecerse a otros y exhibir unos cuerpos que no son realmente los suyos.

 

Por lo tanto, para respetarse a sí mismo, uno no debe querer encajar completamente con los dictados que los popes de la moda, los fotógrafos y publicistas intentan imponer y no tener esos conocimientos de culturismo sin tonterias segun la web taringa.net . Porque, de hacerlo, corre el peligro de perderse o de tener que cambiar de objetivos cada cierto tiempo. En efecto, es posible constatar que las campañas de publicidad vehiculan tendencias opuestas cada cinco años. Con mensajes repetidos hasta la saciedad durante varios meses y luego otros, asestados de manera igualmente feroz, ¿cómo tener una línea de conducta firme y coherente? Cada uno, para sentirse bien consigo mismo, debe ser capaz de sobrepasar esas tiranías organizadas. Pero antes es preciso tomar conciencia de ellas.